Establecimiento de límites y cumplimiento de normas

Para que un niño se sienta protegido debe tener límites. Los límites, traducidos en normas, les dicen hasta dónde pueden llegar; las normas deben ir acompañadas de consecuencias.

por Ana Delia Rubio Villagrán

Para que un niño se sienta protegido debe tener límites. Los límites, traducidos en normas, les dicen hasta dónde pueden llegar; las normas deben ir acompañadas de consecuencias. A través de las consecuencias que tiene su comportamiento, el niño aprende lo que puede y lo que no puede hacer. A veces lo adecuado será premiar su conducta; otras veces habrá que recurrir al castigo. Es muy probable que un niño que no ha tenido límites sea agresivo, poco tolerante a la frustración o que presente niveles altos de ansiedad.

Las dificultades para adaptarse al trabajo escolar, la imposibilidad para llevar métodos de estudio, la confusión al seguir instrucciones de los exámenes y tareas pueden deberse a límites difusos y cambiantes.

Los elementos que se deben de tomar en cuenta para establecer los límites a nuestros hijos y que estos favorezcan el desarrollo emocional e intelectual son:

Estabilidad:

  • Mantener horarios y lugares fijos para la comida, el sueño, el aseo, hacer tareas, ver televisión.
  • Las personas que ejercen la autoridad –padre, madre, cuidadores- deben estar de acuerdo en las normas que se establezcan, comunicarlas a la familia y comprometerse a cumplirlas.
  • No variar las normas puestas.
  • Cumplir con los castigos o premios acordados. Es importante no hacer promesas que sean poco posibles de cumplir.

Buena comunicación:

  • Utilizar términos precisos, es diferente decir a un niño “arréglate” que pedirle de forma específica: “lávate los dientes y péinate”.
  • Asegurarnos de que el niño ha entendido lo que se le pide. Una manera de hacerlo es pedirle que repita lo que tiene que hacer y las consecuencias de hacerlo o no.
  • Limitarnos a una sola instrucción a la vez.
  • Repetir el mensaje sin enojarse si el niño no ha sabido hacer lo que le hemos pedido.

 

Normas de comportamiento para los padres:

Chantaje emocional: “Si no haces esto no te voy a querer”. Otorgar valor y reconocer el buen comportamiento.
Amenazas: “Si no te apuras te dejamos y te vas a quedar solo”. Puede funcionar en el momento, pero lo que se genera es miedo y no la comprensión de los límites. Dedicar un tiempo diario o al menos semanal a compartir con el niño una actividad que él disfrute, evitar regaños y críticas durante éste.
Negociar o modificar las normas y acuerdos de premios o consecuencias. Explicar al niño el por qué se le corrige.
Reírse ante la desobediencia o mientras se da una orden. Desarrollar el sentido de responsabilidad con horarios, deberes y derechos.
Forcejeos y descalificaciones para obligar al cumplimiento de una norma. Despertar el sentido de cooperación. Al compartir tareas el niño no sentirá que “trabaja”, sino que aporta al bienestar del núcleo familiar.

 

Referencia

Manual Niñera al Rescate Límites y normas

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